Seguro que has oído hablar de los "servicios ecosistémicos"; se trata de un concepto, relativamente moderno, que se refiere a los recursos, herramientas y beneficios que los ecosistemas prestan al conjunto de seres vivos en general y, más concretamente, al ser humano, siendo esenciales para el bienestar y supervivencia de nuestra especie y sociedades.
Sin embargo, independientemente
del auge de este concepto, los servicios ecosistémicos han existido siempre, desde
la regulación del clima, pasando por la polinización de cultivos, la purificación
de las aguas, hasta la fijación de CO2 y generación de O2, entre muchos otros, la
naturaleza trabaja de forma incansable para mantener la vida en la tierra.
En concreto, los bosques destacan
por su importante papel en el mantenimiento de muchos de estos servicios. Quizá
el más importante y conocido sea la absorción de CO2, reduciendo los gases de
efecto invernadero y combatiendo el cambio climático, y la liberación de oxígeno,
lo que permite una atmósfera habitable y en la que es posible la vida.
Pero los bosques nos proporcionan
muchos otros servicios, como el agua que bebemos, actuando como esponjas
naturales que la filtran y retienen, liberándola gradualmente a manantiales y
fuentes, alimentando los ríos. Los bosques también juegan un papel importante
en la mantención del suelo, ya que evitan la erosión y protegen la fertilidad
de la tierra. Además, también ofrecen un servicio de abastecimiento, ya que son
despensas naturales que nos ofrecen una rica variedad de frutos, hongos, plantas medicinales, etc. Y no menos importante
es su valor como lugar de esparcimiento y ocio, proporcionando lugares donde
aliviar el estrés y disfrutar de actividades al aire libre.
El proyecto Bosques Sinérgicos tiene como objetivo principal la implantación de un modelo basado en la bioeconomía que, en base a los servicios ecosistémicos que brindan estos bosques, beneficie tanto a la economía local, como a los pobladores del territorio y la biodiversidad de los ecosistemas forestales, y para ello se llevan a cabo distintas actuaciones. Por un lado, la gestión forestal sostenible favorece la evolución del bosque a un estado de maduración más avanzado, aumentando la biodiversidad y potenciando los servicios que el bosque ofrece. Actuaciones como la recuperación de acequias históricas en entornos forestales son clave para lograr una gestión hídrica muchas más eficiente. Paralelamente, el fomento de la ganadería extensiva es clave para la prevención de incendios y el mantenimiento de la biodiversidad, al crear discontinuidades en la vegetación, generar heterogeneidad paisajística y aumentar la fertilizar del suelo.
En definitiva, entender y valorar
los servicios ecosistémicos, especialmente los que ofrecen los bosques, es un
paso fundamental hacia un futuro más sostenible. Invertir en su conservación y
gestión sostenible, como propone el proyecto Bosques Sinérgicos, es una
inversión a largo plazo para garantizar nuestra calidad de vida.