La Cátedra se
adjudica un proyecto dentro del programa europeo CLAMBER
Castilla-La
Mancha ha desarrollado el Proyecto “Castilla-La Mancha Bio-Economy Region”
(Proyecto CLAMBER), que sienta las bases para convertir a esta región en el
referente del sur de Europa dentro de la investigación relacionada con el
aprovechamiento de la biomasa, teniendo en cuenta que es un gran productor de
la misma.
Dispone de un presupuesto de 20M€ aportados por el Ministerio de Economía y Competitividad y por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y está cofinanciado con Fondos FEDER. Consta de dos actuaciones diferentes pero complementarias:
La Cátedra de Medio Ambiente, en colaboración con el Centro de Química Aplicada y Biotecnología de la Universidad de Alcalá, ha participado con su proyecto “Biomasa lignocelulósica leñosa procedente de sectores agroindustriales y forestales tradicionales de Castilla-La Mancha”, desarrollando un proceso de pirólisis que permitiese la valorización de residuos agrícolas y forestales.
Los
experimentos se llevaron a cabo con un equipo de pirólisis por microondas a
escala de laboratorio capaz de procesar 1 kg de biomasa y se desarrolló un
prototipo preindustrial en continuo que combina pirólisis térmica y por
microondas, capaz de tratar 1 tonelada al día.
En la pirólisis se produce la degradación de la biomasa por efecto del calor en ausencia de oxígeno, obteniéndose varios bioproductos:
- El gas o syngas está compuesto fundamentalmente por hidrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono, metano y otros hidrocarburos no condensables. Este producto puede utilizarse como combustible para alimentar el proceso.
- Un producto sólido o biochar, formado por la fracción no volátil de la biomasa con un alto contenido en carbono, por lo que puede ser utilizado para fines agrícolas.
- Una fracción líquida formada su vez por tres fases: E bio-oil, formado por los hidrocarburos más pesados, una fracción acuosa o wood vinegar, y el bio-betún constituido por hidrocarburos más pesados.
Además,
en el proyecto se llevó a cabo el análisis químico de los bioproductos que se
obtienen, el análisis de mercado, el análisis de ciclo de vida y huella de
carbono del proceso.
Todo
esto permitió demostrar que la pirólisis de biomasa es un proceso muy
interesante no solo en cuanto a la valorización de residuos forestales y
agrícolas, sino que también lo es en la lucha contra el cambio climático,
permitiendo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fundamentalmente
de CO2, a la atmósfera.