El proyecto BioTramuntana se despliega en el corazón de la Serra de Tramuntana, en la isla de Mallorca, un enclave de incalculable valor ecológico, tesoro de la biodiversidad Balear.
Una de las acciones principales del proyecto se centra en la protección y mejora de los hábitats de los murciélagos, un grupo faunístico esencial para el equilibrio de los ecosistemas.
La Serra de Tramuntana es un inmenso complejo kárstico que alberga una ingente cantidad de cuevas y cavidades, las cuales albergan importantes poblaciones de murciélagos. Sin embargo, estos refugios naturales se ven a menudo afectados por la presión humana, la acumulación de residuos y la obstrucción de sus entradas, lo que dificulta el acceso y la habitabilidad para los murciélagos.
En este contexto, el proyecto BioTramuntana ha llevado a cabo una actuación consistente en la limpieza y adecuación de entradas de cuevas, para facilitar su acceso a los murciélagos y permitir su ocupación. Estas acciones no solo benefician a los murciélagos, sino que también contribuyen a la conservación de la biodiversidad en general, ya que estos animales desempeñan un papel crucial en el control de plagas.
Además de la limpieza y adecuación de cuevas, BioTramuntana lleva a cabo estudios de seguimiento de las poblaciones de quirópteros, mediante técnicas bioacústicas, con el fin de evaluar la eficacia de las acciones y obtener información valiosa para la conservación de estas especies.
El proyecto también promueve la sensibilización ambiental entre la población local, destacando la importancia de los murciélagos y la necesidad de proteger sus hábitats.
En los últimos días, un equipo de técnicos del proyecto BioTramuntana llevó a cabo la inspección de cuevas, pudiendo comprobar su ocupación por una buena comunidad de quirópteros, en este caso de murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros).