La Cátedra de medio ambiente de la Fundación General de la Universidad de Alcalá y la Fundación para la Vida silvestre Mediterránea comienzan las plantaciones de especies autóctonas para combatir la erosión y favorecer la biodiversidad
El proyecto Biotramuntana, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, y desarrollado por la Universidad de Alcalá y la Fundación Vida Silvestre Mediterránea, busca impulsar la utilización y la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad de las fincas de montaña y los municipios del norte de la Serra de Tramuntana. Dentro de sus acciones figura la lucha contra la erosión que está afectando de manera importante a algunas zonas de la Sierra.
La frecuencia e intensidad de las lluvias está variando en todo el mediterráneo, y también en las Islas Baleares, con periodos de sequía prolongados seguidos de otros de lluvias intensas, que generan una gran erosión del terreno. Esto produce una ingente pérdida de suelo fértil y en algunos casos la destrucción de los muros secos, que forman las terrazas de los cultivos tradicionales. Estos muros han sido reconocidos por la UNESCO por sus valores paisajísticos y en algunas zonas estas estructuras se están viendo amenazadas por el cambio en el régimen de precipitación.
Para evitar esta pérdida de suelo y de patrimonio, la Cátedra de Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá, junto con la Fundación Vida Silvestre Mediterránea, ha comenzado a desarrollar alguna de las acciones que conforman el proyecto BioTramuntana.
Entre estas acciones destaca la plantación de especies autóctonas en el borde de los muros de pedra en sec, formando una pantalla vegetal que evite la pérdida de suelo y la destrucción de los muros. Algunas de las plantas utilizadas son lavandas, jaras, brezos, mirtos, santolinas, rutas, etc.
Este año se esperan plantar más de 4.000 ejemplares de estas especies autóctonas y actuar sobre una superficie de más de 40 hectáreas de la Sierra, pertenecientes a las fincas que tienen acuerdos de custodia del territorio con la FVSM. Cabe destacar que gran parte de estas plantas han sido cedidas por el Centro Forestal de las Islas Baleares (CEFOR), situado en Menut (Escorca), dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca Y Medio Natural del Gobierno de las Islas Baleares.
En total se llevará a cabo la plantación de 4.000 plantas autóctonas, en distintas parcelas de cultivo, cuya superficie suma 40 ha.
Además de las plantaciones en el borde de los muros, se llevará a cabo una siembra de cobertura en algunos bancales de olivar, utilizando un trébol autóctono del mediterráneo, que tapizará el suelo y contribuirá además a disminuir la escorrentía y frenar la erosión.
A su vez, estas plantaciones aumentarán la biodiversidad vegetal y animal en las zonas de cultivo, lo que redundará en una mayor diversidad de insectos polinizadores, micromamíferos, reptiles y aves.
A lo largo de los próximos dos años se irán desarrollando el conjunto de acciones del proyecto Biotramuntana que actuarán sobre numerosos aspectos ambientales y sociales de la Sierra, para impulsar la conservación de la Sierra y la mejora de la economía ligada a esta zona natural.